I. Inicio
II. La estrategia judicial
III. El camino del Parlamento
IV. Otra vez la justicia
V. El Dictamen: se habilita el tratamiento en el recinto
VI. La media sanción de la Ley
VII. Los inicios del debate en el Senado
VIII. Dictámenes en el Senado: matrimonio igualitario o unión civil apartista
IX. Un debate histórico
X. Promulgación y primeros matrimonios
XI. Más información y descarga de material
XII. Ley 26.618, de Matrimonio Igualitario
VIII. Dictámenes en el Senado: matrimonio igualitario o unión civil apartista
- Finalizadas las audiencias en las provincias, y agotado el debate en Comisión en el Senado, la Comisión de Legislación General se aprestó a emitir el dictamen que posteriormente debería debatir el pleno del Senado el 14 de julio, de acuerdo a lo convenido en la Comisión de Labor Parlamentaria.
- En una breve reunión, y ante la presencia exaltada de militantes anti derechos que agredieron a los pocos activistas de la Federación LGBT que lograron entrar, una nerviosa Liliana Negre de Alonso –la Presidenta de la Comisión– comunicó sin fundamentos que la mayoría de los Senadores que componían la Comisión habían decidido emitir dos dictámenes sobre el mismo tema: uno de rechazo liso y llano al proyecto venido en revisión desde la Cámara de Diputados y otro que creaba la figura de la “Unión Civil” a nivel nacional.
- Rápidamente la Federación Argentina LGBT rechazó públicamente el dictamen de la Unión Civil, ya que el mismo expresaba claramente que esa era una iniciativa de los sectores reaccionarios que no buscaban mantener la desigualdad. El proyecto presentado no sólo no garantizaba todos los derechos a las parejas conformadas para personas del mismo sexo, sino que por un lado confinaba a lesbianas, gays, bisexuales y trans a un estado de gueto o apartheid, y por el otro restringía derechos ya obtenidos, tales como el derecho a la adopción o el acceso a la reproducción humana asistida.
- El repudio a la propuesta de la Comisión fue generalizado, no sólo desde la Federación Argentina LGBT, sino desde diversos sectores sociales y políticos que acompañaban la causa de la igualdad. El texto del proyecto había desenmascarado algo subyacente durante todo el debate: para los sectores reaccionarios el reconocimiento de nuestras familias no era un derecho ganado por el colectivo LGBT, sino una graciosa concesión que estos sectores “decidían” hacernos.
- Mientras la FALGBT sostenía encuentros y reuniones con Senadores y Senadoras de todos los bloques políticos para rechazar el proyecto y anunciar que no sería aprobado en Diputados, integrantes de la Comunidad Homosexual Argentina comprometían esfuerzos y trabajo para lograr la sanción de la Ley de Unión Civil en la Cámara de Diputados, si ésta era aprobada por el Senado de la Nación. Dichos compromisos fueron explicitados por al menos dos Senadoras durante la argumentación en contra del Matrimonio Igualitario en la histórica sesión del 14 de julio.
- Paralelamente, en las calles diversas expresiones espontáneas rechazaban la iniciativa reaccionaria de una ley de apartheid, teniendo su punto más alto en el masivo acto de la Plaza Montenegro de la ciudad de Rosario, que en pocas horas de convocatoria quintuplicó la asistencia obtenida por los sectores religiosos opuestos a la ley.
- Entretanto, la Comisión de laicos de la Conferencia Episcopal argentina junto a sectores del islamismo, judaísmo ortodoxo y los sectores más reaccionarios de las Iglesias Evangélicas habían convocado a una concentración frente al Congreso para el martes 13 de julio, previo a la sesión donde se trataría el proyecto de Ley de Matrimonio Igualitario. La campaña de convocatoria incluía la manipulación de niñas y niños, quienes vestidos con ropas de color naranja mostraban letreros con el eslogan “los niños queremos mamá y papá”.
- Las concentraciones de los llamados “naranjitas” surgieron con relativa fuerza en diversas ciudades del país apelando a la recolección de firmas contra la Ley de Matrimonio Igualitario e incitando al rechazo y odio hacia lesbianas, gays, bisexuales y trans.
- Dos hechos significativos precedieron el acto contra la Ley de la Igualdad y la sesión en el Senado y mostraron hasta donde eran capaces de llegar los sectores reaccionarios para detener la inminente sanción de la Ley. Por un lado la publicación de una carta del Cardenal Jorge Bergoglio a las hermanas Carmelitas, en la cual caracterizaba a la iniciativa como un “plan del demonio” para destruir la República Argentina, lo cual expuso la fractura existente entre la jerarquía de la iglesia católica y el pueblo de la Nación Argentina, así como la falta de capacidad de esa jerarquía para saber leer el momento social y político que estaba viviendo nuestro país. Por otro lado, el anuncio del inicio de un juicio canónico al Padre Nicolás Alessio, líder de un grupo de sacerdotes católicos que apoyaron la Ley de la Igualdad públicamente, en vísperas al acto de los llamados “naranjitas”.
- Ante la convocatoria de los grupos antiderechos, la FALGBT convocó a un “ruidazo” por la igualdad, al que miles de personas en todo el país se sumaron espontáneamente, haciendo escuchar fuerte y contundentemente la voz de la amplia mayoría de las argentinas y argentinos que querían vivir en un país con más derechos, más democracia y más igualdad.
|